El cielo
se va haciendo poco a poco
con hombres restaurados del pecado,
donde la sapiencia cruza las verdades
y no santos bendecidos en altares.
Allí reposan, algunos con asombro,
quienes ni pensaron en glorias perdurables.
Púrpuras fuego y no verdes pastel,
eran recelos desde la caída.
Mas hay misericordias que levantan
hasta esas alturas impensadas.
con hombres restaurados del pecado,
donde la sapiencia cruza las verdades
y no santos bendecidos en altares.
Allí reposan, algunos con asombro,
quienes ni pensaron en glorias perdurables.
Púrpuras fuego y no verdes pastel,
eran recelos desde la caída.
Mas hay misericordias que levantan
hasta esas alturas impensadas.
Publicado en mi libro "De letras nacidas entre poetas". 2013
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