Tiempo hacía que no
estaba de pie en el valle amado
y sin que nadie
faltara para mi dicha plena.
Aún con los labios
quietos la palabra llega lejos,
llega lejos la
mirada aún cerrando los ojos
y es en la esencia
del ser que el hombre se cataliza.
Mas como no hay
fonemas para explicar lo sentido
hay que vivir lo
vivido en la quietud del espacio
y con los gestos
del alma traducir el sentimiento
para que llegue tan
lejos como quiera la paloma.
Publicado en mi libro "De letras nacidas entre poetas". 2013
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