Pájaro herido…
No es el que
arraiga en manos de amparo,
ni aquel al que
incité a retomar el vuelo.
Tampoco el
calafate tras celeste brillo,
ni el zorzal, ni
la calandria, ni el benteveo
en el espejado vidrio
de ventanas.
Hay otros más humanos,
más cercanos,
igualmente
frágiles y afines a la piedra
también heridos y
en necesidad de gracia.
Estaré en la
sombra azul del algarrobo
esperando alturas
con frescos
azahares como bálsamos
y desbordando
arrope mi taza de cristal.
Seré nido en plumas
y en abrigo cierto,
seré permanencia y
seré savia
hasta que el
pájaro herido
encuentre cielos.
Y se anime a
soñar…
Publicado en mi libro "De letras nacidas entre poetas". 2013
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