Llovizna sobre la ciudad. Es una garúa
persistente
que mucho moja en mi interior vacío
por la ausencia cierta, aunque fugaz y breve,
de mi
ser amado.
Hay murmullo de agua en el silencio gris
y la distancia leve se hace vasto espacio,
pues se nota más en las ausencias
lo que siente el corazón y el alma siente.
Mas no te vayas llovizna empecinada
que tú llenas con encanto ese vacío
y cuando ella vuelva dejarás que rayos,
rayos de mi sol, entren en la alcoba.
Publicado en mi libro "De letras nacidas entre poetas". 2013
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